En este libro, su autor, José barattini, reune escritos de otros autores aiseninos y los presenta en su libro. Debo aclarar que lo hace solicitando los permisos correspondientes a los autores y citando la fuente. Resulta así un libro entretenido que reune diversos temas y disatintas miradas a nuestra región. Entretenido y simple.
Sitio para dar a conocer la literatura de Aysén, Magallanes y de la Patagonia en general.Aquí se encontrarán titulos, breves descripciones y en lo posible el lugar donde adquirir los libros comentados
martes, 8 de diciembre de 2015
domingo, 29 de noviembre de 2015
Saludos
Hoy me he dedicado a revisar mi blog y cambiarle su presentación para hacerlo más agradable. Aunque este año 2015 he estado bastante floja, me siento contenta con la cantidad de visitas pero a veces un poco decepcionada porque los que leen este blog no hacen muchos comentarios.
No soy crítica literaria, solo presento los libros que poseo en mi bliblioteca y les comento un poco mi opinión sobre ellos y si puedo les indico dónde se pueden conseguir.
Durante este año me he dedicado a leer "No Patagonia" y entre los libros que he leído están :Detrás del Muro de Roberto Ampuero,Logia de Francisco Ortega, Siete Vidas de Jhon Grisham, Codígo Chile de Carlos Basso ( Lo estoy empezando a leer) y el último que leí fue "Historia Secreta de Chile" de Jorge Baradit, un libro muy publicitado pero que a mi me decepcionó. El otro libro que leí hace poco es Salvador Allende.Biografía Sentimental, de Eduardo Labarca, libro que recomiendo en un cien por ciento. Más allá de los chismes sobre la vida íntima de Salvador Allende, el autor, militante comunista por varios años, da una mirada magistral a la época que le tocó vivir a Allende y a las distintas circunstancias de su vida y de la vida de Tencha Bussi. No es un libro político ( gran mérito del autor) si no que un libro sobre la persona de Salvador Allende, sus fortalezas y debilidades ( las mujeres). En fin, un excelente libro que compré en Librería Antártica de Temuco. El libro que estoy leyendo ahora ( Código Chile) me atrapó desde sus primeras páginas. Como no estoy comentando ningún libro patagonico, les dejo esta hermosa foto de lo que la gente llama "el perrito" en las cavernas de mármol en la zona interior del lago General Carrera
Un libro sobre la medicina
El presente libro me lo obsequiaron en el Colegio médico de Coyhaique. El autor, Mario González Kappes, es un médico traumatólogo, nacido en Puerto Aisén y con el cual compartí el aula en el liceo de esa ciudad. Recién titulado le tocó venirse a Chile Chico y el presente libro, aunque su título llama a pensar que es LA HISTORIA de la medicina de Aysén, es un poco contar su experiencia y dar una pincelada sobre las actividades de distintos médicos en la zona.
Lamentablemente el libro no contiene citas y aunque cuenta con la correspondiente bibliografía, no se sabe de dónde sacó los datos. También contiene algunos errores de nombres y de omisión. No obtante ello, es un libro entretenido y que da una pincelada sobre la vida de los diferentes médicos en Aysén .
Lamentablemente el libro no contiene citas y aunque cuenta con la correspondiente bibliografía, no se sabe de dónde sacó los datos. También contiene algunos errores de nombres y de omisión. No obtante ello, es un libro entretenido y que da una pincelada sobre la vida de los diferentes médicos en Aysén .
viernes, 27 de noviembre de 2015
Un libro imprescinsible
Aquí les presento un libro que TODOS los chilenos deberían leer para conocer las razones por las cuales Chile perdió la Patagonia en manos de Argentina. No es un libro nacionalista ni mucho menos, es un descarnado análisis de los hechos y circunstancias que llevaron a nuestro país a renunciar a la soberanía de un territorio que sobre la base del Utti Poseidetis le correspondía de manera legítima. Fue publicado en el año 1930 y reeditado en 1960 y en el 2013 el empresario magallánico Douglas Nazar consiguió los derechos e hizo una nueva publicación. Lamentablemente las personas que trabajaron en él, hicieron un pésimo trabajo y es así que el señor Nazar le solicitó a un historiador y sociólogo que analizara el libro y éste llegó a la conclusión, que si bien es cierto, el libro en su texto tiene errores de tipeo, la falla grave está en las citas por lo cual ningún investigador puede guiarse por este texto en cualquier estudio sobre los límites de la Patagonia. Los errores son por ejemplo atribuirle una frase a un autor o citar a otro que nada tienen que ver con dicha frase o estudio. En resumen, un gran libro que en esta edición tiene errores graves de citas a pie de página, pero que no cambia la versión original del autor.Muy recomendable.Es posible encontrarlo en la zona franca de Punta Arenas para ser leído, pero la verdad es que si no se tiene el original, mejor no guiarse por éste libro y sus citas
jueves, 26 de noviembre de 2015
Complementando información
Aquí les transcribo el listado de los fallecidos en Bajo Pisagua (Isla de los muertos) en el año 1906.
Nuevos antecedentes sobre las muertes de trabajadores ocurridas en Bajo Pisagua (delta del Río Baker) ocurridas en el año 1906.
DIARIO: LA ALIANZA LIBERAL
FECHA: PUERTO MONTT, 11 DE OCTUBRE 1906
AÑO XIII, Nº 782
EXTRACTO
LOS MUERTOS DE BAKER
PEDIMOS JUSTICIA
Reclamamos con energía en septiembre cuando supimos que la Cia.
Baker tenía en abandono punible a doscientos trabajadores.
Cuando fue intendente suplente don Jerman Oelkers, dirijió
representación sobre este asunto al Ministro, i éste contestó que “eso no era
asunto del Gobierno”.
Entre tanto, ciudadanos chilenos morían como moscas por el hambre
i el escorbuto, victimas de la avaricia de una Sociedad de opulentos.
Después de tres largos meses de martirio, los sobrevivientes de la
hecatombre han llegado a sus hogares i sus narraciones nos horrorizan.
Hemos pedido una investigación i el castigo de los culpables.
No tenemos noticia de que esa investigación haya comenzado. Es
necesario que se sepa que no estamos dispuestos a dejar de mano este asunto.
Necesitamos justicia completa.
Damos a continuación la lista de los muertos con la fecha de la
muerte.
Faltan los nombres de los ocho que llegaron enfermos i murieron en
Dalcahue.
Julio
N° Fecha Nombre
- 7 Santiago Barrientos
- 11 Miguel Soto Ojeda
- 12 Gabriel Ojeda
- 14 Emilio Pérez
- 27 Victor Yahuel
- 28 Isaias Barrientos
- 29 Hipólito Ojeda
- 20 Pedro Jil Oyarzo
Agosto
- 1 Pedro Guerrero
- 2 Clodomiro Barrientos
- 2 Melchor Navarro
- 3 Guillermo Millapel
- 7 Juan Ruiz
- 8 Santiago Torres
- 9 Francisco España
- 11 Román Díaz
- 11 Juan Pedro Triviño
- 14 Juan de Dios Ruiz
- 17 Antonio Barrientos
- 19 Juan Pedro Sánchez
- 21 Rudecino Aguilante
- 22 Francisco Díaz
- 23 Hermenejildo Aguilar
- 24 Manuel Telcán
- 25 pedro Antonio Villegas
- 27 Enrique Diaz
- 27 José Ulloa (*)
- 27 Francisco Ruiz (*)
- 27 Enrique Cárdenas (*)
- 28 Eusebio Barría
- 29 Casimiro Soto
- 29 Juan B. Agüero
- 30 Ramón Barrientos
Septiembre
- .1 Santiago Trujillo
- 2 Daniel Barrientos
- 4 Guillermo Navarro
- 6 Braulio Obando
- 7 Ignacio Paillante
- 8 José Rosas Tribiño
- 10 José Dolores Ampuero
- 10 Agustín Yahuel (*)
- 10 Juan Vidal (*)
- 10 Santiago Millapel (*)
- 12 Santiago Barrientos Barrientos
- 15 Manuel Ojeda
- 16 Juan de Dios Ampuero
- 16 Cirilo Aguilante (*)
- 16 Olegario Vidal (*)
- 18 Aureliano Runin
- 18 David Velasquez (*)
- 18 Julián Toro (*)
- 18 Santiago Alarcón (*)
- 21 Ramón Millapel
- 21 Victoriano Caro (*)
- 22 Prudencio Caro
- 25 Inocencio Anquintin
- 25 Juan Gallardo (*)
- 26 Juan Antonio Muñoz
- 26 Pedro Borquez (*)
Una historia enigmatica, un libro gratificante.
Este libro lo publiqué en el año 2000. La portada verde pertenece a esa edición.La portada negra pertenece a la tercera edición del 2011. Es una historia que antes de darla a conocer a través de mi libro, era practicamente desconocida. No existía bibliografía y solo se contaba con un artículo de Felix Elías y una entrevista realizada por el arquitecto Peter Hartman a un antiguo poblador del sector. Pero esa entrevista tenía el inconveniente de que el poblador había llegado a la zona del Baker en 1921 y a la zona de Lago Vargas en 1928 y además tenía bastante encono contra Lucas Bridges ,al que involucró en esta historia. La verdad es que Lucas Bridges llegó al Baker en 1916 por primera vez, y solo conoció hasta el Valle La Colonia, y se radicó en el año 1922 y los sucesos de la denominada Isla de los Muertos acontecieron en el año 1906. La historia me apasionaba y fui encontrando piezas claves de ella hasta encontrar unos valiosos documentos que me aportó un nieto del entonces capatáz de la compañía, y luego, el hijo de ese capatáz, me entregó mucha información, fotos y documentos. Publiqué el libro y se convirtió en un tesoro para quienes gustan de la historia .Han pasado quince años desde la primera edición y la historia se ha hecho conocida y otros autores han seguido la senda de esta investigación. En lo personal, desde el año 2010, estoy en contacto con la artista audiovisual Liliana Hermosilla, quien está interesada en hacer un documental sobre el tema y que bajo mi guía, ha buscado en archivos y diarios, más información, y hemos podido recopilar interesantes publicaciones y documentos que esperamos poder incluirlos en una nueva edición. No hay nada mas gratificante para un autor que otros autores sigan la senda de las investigaciones iniciadas. Soy de aquellas personas que no se creen dueñas de la historia y es así que estando mi libro en imprenta en el año 1999, le entregué a los arqueólogos Francisco Mena y Héctor Velasquez, copia de todos los documentos que yo poseía para una publicación en la Revista Magallanía y le entregué a Peter Hartman esas mismas copias para una tesis de grado de una amiga.
Pongo de nuevo las portadas de este libro y en otro posto agregaré otros documentos.
Volviendo a compartir libros patagonicos
Amigos: Este año 2015 he estado bastante floja con mi blog. Tengo muchos libros que compartir con ustedes, algunos muy interesantes, otros no tanto, pero cada uno de ellos deja algo de conocimiento sobre esta tierra maravillosa llamada Patagonia. En lo relativo a mi zona geográfica prefiero diferenciarla y decirle simplemente Aysén. Aysén es una palabra bonita, es como mágica ,y encierra enigmas difíciles de resolver. Me gusta diferenciar a la Patagonia con Aysén. Mi región es una zona que recorrida de norte a sur nos regala una belleza incomparable, decenas de ríos, lagos, lagunas, fiordos, ventisqueros, cerros cuyas siluetas resultan caprichosas, estepa, bosques y montañas. El agua cae desde la cordillera por cientos de cascadas y en relidad no hay monotonía en el paisaje.Aysén tiene en gran parte de su territorio un cielo azul intenso y una policromía de verdes. Es una región muy bella y solo hay que venir a conocerla.
Hoy les entregaré la portada de un libro precioso en todos los sentidos, una linda edición, bellas fotografías y un relato ameno sobre la Laguna San Rafael. Su autor es un aisenino isleño, nacido en Caleta Andrade, de profesión marino y que durante muchos años navegó por los canales de Aysén y quien nos entrega en este bello libro, su mirada y sus conocimientos. Un muy buen libro que vale la pena leer.
sábado, 3 de octubre de 2015
Un nuevo libro de mi autoria
Amigos: Aquí les dejo la portada y la contratapa de mi nuevo libro "Una Historia y Muchos Mitos".Butch Cassidy Sundance Kid en los relatos del Aysén de principios del siglo XX.
En este libro se entrega la historia ya conocida de estos bandidos norteamericanos en la Patagonia y se entregan las diferentes versiones recibidas de parte de antiguos pobladores de su presencia en el territorio, y se entrelaza con el poblamiento de Aysén y las persecuciones policiales a ellos, durante algunos años. Un libro ameno y ágil que solo pretende contar una versión diferente de esta historia o más bien, condimentarla. Es mi décimo libro y solo puedo decir ¡Gracias!. Gracias a todos los que me colaboraron, gracias a mis lectores, a mis amigos, al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a mi familia y a quienes me ayudaron en la edición.
sábado, 20 de junio de 2015
Comentario sobre un libro
MENÉNDEZ REY DE LA PATAGONIA. Por
José Luis Alonso Marchante. Catalonia. 15 x 25 cm. 352 págs. Ilustraciones.
Santiago, 2014.
En la
evolución del trabajo historiográfico la revisión por autores posteriores de
estudios precedentes ha sido y es cosa frecuente pero, de pronto, ha devenido
una suerte de moda impuesta por ideologías sociopolíticas en boga surgidas a
propósito de la conmemoración de acontecimientos del pasado en un país o en
regiones geográficas más amplias. Tal, nos parece, haber sido el caso del
quinto centenario del descubrimiento de América que a contar de la fecha de su
cumplimiento en 1992 generó una serie de estudios, en su mayoría bajo la óptica
revisionista, que todavía mantiene vigencia. Su objetivo aparente -y plausible
para algunos- es el de restaurar la verdad de lo acontecido en el pretérito
afectada como ha sido la misma en su legitimidad o autenticidad por versiones
interesadas surgidas desde la “historia oficial”, así denominada por esta
corriente de pensamiento académico, olvidando sus propugnadores que tal
calificación es propia de situaciones sociales desarrolladas bajo regímenes
políticos totalitarios y no de sistemas democráticos y representativos. Así
resulta muy fácil etiquetar con ese calificativo a todo parecer académico que
no coincide con el sostenido por los corifeos revisores y sus seguidores. En
este contexto comprensivo se ha replanteado por algunos el reestudio y
tratamiento de los hechos acaecidos en el Nuevo Mundo o América desde su
hallazgo para la cultura de Occidente, hasta nuestros días, pasando por las
archiconocidas etapas caracterizadoras de la conquista y el dominio
territorial, la colonización y uso de los recursos naturales, la independencia
de los imperios colonizadores y la formación de diferentes estados nacionales,
con su entresijo de fenómenos colaterales tales como la extinción de los
pueblos aborígenes y la explotación irracional de los recursos naturales. Este,
en lo particular, ha sido y es el caso de la Patagonia sensu lato.
Participando
de esa corriente revisionista y reinterpretativa, José Luis Alonso Marchante
aborda la historia personal y empresarial de quien fuera, por origen, su doble
coterráneo, asturiano y español como él, José Menéndez y Menéndez, inmigrante
arribado al territorio en el inicio del cuarto final del siglo XIX donde amasó
una fortuna cuantiosa que hace ya tiempo le ganó el remoquete de “Rey de la Patagonia”
y que el autor recupera para dar más fuerza al título del libro que comentamos.
Comienza
pintando una Arcadia feliz como era la Patagonia (y Tierra del Fuego) antes de
la llegada de los europeos: país de la abundancia natural, en grandísima variedad
específica y en disponibilidad, poblado por aborígenes de cultura material más
bien escasa aunque con un rico acervo mítico y espiritual, respetuosos de su
entorno, dueños primigenios y legítimos de un tesoro de vida que habían
aprovechado desde lo más remoto y que aseguraba su continuidad. Pero todo ese
Edén comenzó a cambiar a contar de las postrimerías del siglo XVI para
culminar, prácticamente, en los inicios del XX con el virtual agotamiento de
los recursos animales y también de los bosques y pasturas, por obra de la
codicia insaciable motivada por el afán de la riqueza de los foráneos que se
instalaron como dueños y señores de la tierra. Todo ello es expuesto por el
autor en un relato que procura ser convincente y que, es obvio, busca
predisponer al lector en contra de los autores de tanta maldad exterminadora.
Esta, asimismo, incorporó como variante formal la explotación de los pueblos
aborígenes con los que los foráneos entraron de cualquier modo en relación, a
fin de hacer más eficaz y rendidora su faena de aprovechamiento de los recursos
naturales.
En este
particular y en bien estudiado planteamiento, el autor aborda ese trato
devenido un calvario para los indígenas con un resultado tan atroz como el
conseguido en la explotación económica, como fue la exterminación virtual de
las etnias originarias y sus culturas al punto que para la época de la
culminación del proceso colonizador una y otras pasaron a ser un mero recuerdo
histórico. El resultado final de ese dramático enfrentamiento intercultural
feroz fue el triunfo de “la civilización” (los foráneos) sobre “la barbarie”
(los autóctonos), que acabó con el dominio absoluto del territorio por parte de
cuantos fueron los últimos en arribar al mismo.
Y en ese
doble relato -explotación de recursos naturales y de los humanos- Marchante con
habilidad dialéctica va exponiendo y machacando sus afirmaciones, empleando en
ello un cuarto del texto total de la obra. De esa manera, seguro de su éxito,
esto es de la predisposición de sus lectores, aborda al personaje histórico de
su interés, que conforma el arquetipo del explotador por la codicia y el afán
de riqueza de que hizo gala durante sus existencia, obrando según se relata,
sin escrúpulo alguno, en un juicio reiterativo donde no ahorra descalificativos
para el protagonista y para sus acciones.
Y así
prosigue la historia -a la manera de Marchante es claro- en un relato donde
este utiliza todo su conocimiento, su habilidad dialéctica y su escasa (o
ninguna) ética, amén de un lenguaje expositivo claro y sencillo. Al final de
tanto despliegue no queda títere con cabeza, pues Marchante avanza a mandoble
limpio cual nuevo Quijote matador de gigantes desaforados, endriagos y
malandrines, arremetiendo contra Menéndez, sus hijos, su yerno Braun, sus
empleados supervisores y sus asociados; contra las autoridades territoriales
desde gobernadores a policías, contra los misioneros salesianos o anglicanos
con Fagnano y Bridges a la cabeza, incluyendo al célebre Lucas, hijo del
ultimo, y otros; ¡si hasta le toca al escultor Guillermo Córdova pues al autor
no le agradó la composición artística del monumento a Fernando de Magallanes en
Punta Arenas, porque el Descubridor está a más altura que los indígenas patagón
y fueguino que lo acompañan con la sirena y otros elementos en la decoración
del conjunto, posición que el autor estima es injusta y desdorosa para los
aborígenes!
Hay en la
argumentación un claro dominio de las fuentes que informaron su conocimiento,
pero, de igual manera es claro que esa información es utilizada a voluntad, a
veces retaceándola, amañándola e incluso engañando deliberadamente con el
propósito de convencer al lector acerca de “su” verdad. La falta de ecuanimidad
campea en una relación que enjuicia severamente a personajes, hechos y
circunstancias con la visión del tiempo actual en vez de hacerlo, como lo exige
la objetividad, ciñéndose a la mentalidad social propia de la época en que
aquellos actuaron y las cosas acontecieron. Su insistencia en plantear los
sucesos del pasado diferenciándose de la manera que, según él, lo ha hecho “la
historia oficial”, monserga habitual del revisionismo, sitúa a Marchante
plenamente en ese sector del pensamiento representativo.
Falta serenidad en la ponderación de hechos y circunstancias
y en las acciones de personas, como se advierte de su afán en mostrar el sesgo
diabólico o perverso que los habría inspirado o condicionado. Su condena es
categórica para cuantos, habiéndose
ocupado con antelación de tales asuntos, no coinciden con su línea de
pensamiento. Su ausencia de objetividad cansa finalmente al lector informado.
El autor usa con habilidad la narración de sucesos lamentables y condenables
como fueron las exhibiciones de indígenas ante públicos europeos (“zoológicos
humanos”), sabedor de su efecto impresionante sobre el ánimo de los lectores
poco o nada informado. ¿Qué Menéndez no tuvo nada que ver con esos tristes
hechos, a quién le importa si su mención sirve al objetivo principal de la obra
que es demoler a una figura histórica y con ella a toda una época? Las
afirmaciones falsas o engañosas se suceden y podrían citarse varias como
ejemplo, pero basta mencionar las referidas a la asignación de responsabilidad
a Menéndez en la desaparición de los aónikenk del área de San Gregorio (pág.
68), o la insinuación de la deshumanización y perversidad de Nogueira (pág.
116), o la invención de un “retrato” de “cazadores de indios”, utilizando para
ello una fotografía que diéramos a conocer por vez primera en 1982 en nuestra
obra La Tierra de los Fuegos (pág. 159).
Así es, Marchante usa y abusa de la interpretación a su
amaño de noticias históricas en orden a la afirmación de su pretendida verdad,
tanto que cansa y fastidia, reiteramos a quien está informado sobre la materia.
Vale, para el caso, la opinión del sociólogo Joaquin Bascopé, que compartimos,
manifestada en una carta el director del diario La Prensa Austral de
Punta Arenas en la que le exige a Marchante que lo desvincule de la trama
argumental empleada en la obra que se comenta, por su manifiesta torcida intensión:
Son tantas las manipulaciones intencionadas de las fuentes, tanta la
simplificación de la historia, en el par víctima–victimario que, aunque esto
agrega viveza al texto, lo aleja demasiado de la objetividad y de la verdad
histórica de la que presume (edición del 16 de septiembre de 2014).
En fin, agregamos para concluir, no se puede escribir la
historia de la forma que lo hace Marchante en el libro que se comenta, en que
más que mostrar una faceta novedosa del pasado, sin mengua para la verdad, se
evidencia un designio claro y preciso de revisión destinado a impresionar a
lectores incautos. Nada más alejado de la verdad histórica que este “libro
definitivo” que nos presenta Osvaldo Bayer en su prólogo, por su
intencionalidad aviesa. Es un esfuerzo perdido, una obra que nada aporta al
mejor conocimiento del pasado magallánico y que sí lo daña con su perturbador
contenido.
Mateo Martinic B.
sábado, 7 de febrero de 2015
Un proyecto. Un sueño
Hola amigos: Hoy les escribo para contarles que este año estaré avocada a escribir un nuevo libro. Se trata de la historia de Butch Cassidy y Sundance Kid. Muchos dirán que esa historia está requetecontada y si, es así; hay un lindo trabajo de Marcelo Gavirati ( Buscados en la Patagonia) y otro de Osvaldo Aguirre, pero mi intención es referirme a los mitos en torno a esta historia y en relación a la patagonia Chilena. Hay mucho que contar sobre esos mitos. Por ahora el título es "Una Historia, Muchos Mitos. Butch Cassidy y Sundance Kid en la Patagonia". Este es un proyecto FONDART que tuve la suerte de ganar y estoy muy ilusionada con el resultado. No pretendo desvirtuar el trabajo de mis amigos Marcelo y Osvaldo, por el contrario, quiero complementarlo con todas las distintas versiones escuchadas a lo largo de muchos años. El tema me apasiona y desde 1997 he asistido a los simposios que se han realizado en Argentina sobre el tema. Cualquier ayuda se agradece. ya les comentaré como vamos avanzando. Un abrazo a todos.
lunes, 5 de enero de 2015
Mi amigo Lucas Bridges
¡Como pasa la vida!. Han transcurrido ya más de trece años desde que comencé a gestar la idea de escribir sobre don Lucas Bridges. El personaje me era atrayente y de alguna manera mi historia familiar estaba unida a su historia, a su presencia en la zona del Baker. Al casarme y teniendo 22 años, nos fuimos a vivir a Cochrane en ese entonces un pequeño e incipiente pueblo. Allí hice muchas amistades, gente de mi edad y gente mayor con la que me gustaba tener largas conversaciones. Por mi familia yo tenía conocimiento de Lucas Bridges, pero los relatos eran antagónicos y eso era muy atrayente. En Cochrane tuve la oportunidad de oir muchas historias sobre él, pero mis principales fuentes fueron don Honorio Ampuero y don Alfredo Stange. Ambos habían trabajado muchos años en la Estancia Baker y luego Estancia Lago Bertrand. Don Honorio era uno de los más antiguos pobladores y se había desempeñado como peón, carretero, capataz desde 1919, en tanto don Alfredo había llegado aproximadamente en 1924 y se había desempeñado como carpintero. Ambos eran conocedores y seguidores de Lucas Bridges, digo seguidores no el sentido de fans, si no de su forma de trabajar, de tratar a los trabajadores, de ponerse al frente en todas las faenas. Ambos decían haber aprendido mucho de don Lucas.
Durante tres años anduve buscando información y entre muchas personas entrevisté a mi amiga la señora Dafne Fugellie, cuyo padre había sido contador de la estancia, en donde ella conoció a don Eduardo Lancaster con quien contrajo matrimonio. En mis andanzas, recibí distinta versiones, algunos lo describían como un hombre hosco, otros como una persona muy cordial y generosa. Yo lo encontraba un personaje interesante como para relevar y revelar su historia, ya que por todo lo escuchado e investigado sabía que él había sido el gran impulsor del desarrollo de la zona del Baker. En el año 2004, a través de un proyecto FONDART ( Fondo Nacional de desarrollo de las artes) publiqué la primera edición del libro con un tiraje de 1.000 ejemplares editados en Temuco, luego se hizo otra edición a través de don Douglas Nazar de Punta Arenas, también de mil ejemplares y una edición en inglés de 500 ejemplares y posteriormente una edición de lujo que hizo la empresa HidroAysén, de 500 ejemplares . Esta edición de lujo me acarreó la enemistad de algunas personas que se oponían a las represas, pero a su vez me dio la oportunidad de llegar a un público distinto.
He titulado esta entrada como Mi amigo Lucas Bridges, porque al final, este libro atrajo a muchos y hasta hoy me siguen pidiendo de diferentes partes del mundo ejemplares del libro que ya está agotado en todas sus versiones. Pero lo he llamado "mi amigo", porque Lucas Bridges, me hizo conocer a personas que hoy se han transformado en grandes amigos , con los cuales me escribo y con algunos de ellos hemos cultivado una amistad que ha perdurado con los años.
Comienzo el 2015 con el ánimo de presentar todos los libros que no presenté en el 2014 y lo hago recordando en la imagen la primera edición del Lucas Bridges. El señor del Baker, porque sin duda alguna este libro me ha regalado grandes momentos y me ha permitido a través de los años conocer más al personaje, de encontrar nuevos antecedentes, de cooperar con otros investigadores que se interesan en el tema y de mostrar una vez más, que la iniciativa privada muchas veces sobrepasa el quehacer del Estado . Lamento, eso sí, que todo lo realizado por don Esteban Lucas Bridges en el Valle Chacabuco, comience a perderse en el recuerdo ya que los nuevos dueños, también extranjeros como el propio Lucas, no tienen interés de preservar y conservar la memoria histórica de esa zona.
¡Feliz 2015 a todos los lectores de este blog!
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