Hola amigos: hace mucho tiempo que he tenido abandonado este blog. Ya van más de siete mil visitas que se interesan por la literatura patagonica y me siento culpable por no haber seguido publicando, pero la verdad es que he tenido problemas con mi computadora y debí restaurar todo y en eso perdí mucha información. Ahora estoy nuevamente scaneando las portadas para presentarlas y además muy ocupada con mi nuevo libro que se llama "Hijos de Aysén" y que Dios mediante saldrá a la luz a fin de mes. les ruego me disculpen, pero ya seguiremos dando a conocer los libros de la Patagonia. Un saludo cordial desde el sur del mundo, en una noche de viento, compañero inseparable en esta época del año.
Tengo varias joyitas que quiero dar a conocer y solo pido un poco de paciencia a los seguidores y lectores de este blog.
4 comentarios:
Esperamos a tu hijo, y a esos Hijos de Aisén. Con gran interés.
Gracias Mingo.Te haré llegar un ejemplar en el mes de diciembre. Una alegría saber de tí.
Gracias por tu visita al blog querida Danka, vengo llegando de Punta Arenas, estuve en la librería Tomislav, me traje unas crónicas de Ayer y hoy de Osvaldo Wegmann, un libro con fotografías de antaño de Magallanes donde sale mi abuelo y un tío. Estaban caros los libros de don Mateo, había uno de la Historia de la Medicina en Magallanes, para otra vez será.
Cafe Patagonia ¿cuándo podrá hacerse realidad?
Un abrazo grande
Gracias Beatriz.Estoy a la espera de ese libro y otras sorpresas que me mandó don Mateo. Tengo la suerte de que {el siempre me envía sus obras. hace pocos días estuvimos charlando por telefono, le envié el libro Puyuhuapi.Curanto y Kuchen, un excelente libro de Luisa Ludwig que habla de la hermosa fusión que se produjo en Puyuhuapi entre alemanes y chilotes y que hasta hoy se conserva. Este libro también es un poco caro, pero intentaré conseguirlo para enviartelo. Viajo a la feria del libro de Coyhaique ( Internacional) y veré si lo encuentro ahí a un precio más economico..Me alegra de tu viaje y tu encuentro con tus ancestros. Eso siempre es bueno para el alma.
me mandaron un libro de Gustavo Fugellie, parecido al de Wegmann.
Ojalá podamos alguna vez juntarnos en el Café. Un gran abrazo. Danka
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