miércoles, 18 de noviembre de 2009

Acuso Recibo


Este es uno de los últimos libros publicados en Aysén. Su autora es una bonaerense ( porteña) que hace más de veinte años se avecindó en nuestra región. Es un libro maravilloso, escrito con un lenguaje elegante y todo en él denota finura. No soy crítica literaria y mi ánimo en este blog es solo mostrarles los diferentes libros aiseninos y patagonicos que merecen ser conocidos. Carina Decker nos entrega magistralmente una historia en que los protagonistas son un hombre y una mujer de edad madura, ella de 45 años y él de 55, ella viviendo en Mexico y él en España y la historia se desarrolla através de cartas, magistralmente escritas. No quiero contarles el libro, quiero invitarlos a adquirirlo y disfrutarlo desde la primera a la última página. Realmente se sorprenderán y disfrutaran de su lectura. Lo pueden conseguir vía Internet a libreria@lalibreria. cl. Como el libro es un epistolario no sé como clasificarlo, no es una novela ni un relato, es sencillamente uno de los buenos libros que he leído ultimamente. Un imperdible

martes, 17 de noviembre de 2009

Sigue la Historia

 


La Sociedad de Historia y Geografía de Aysén nos convoca cada dos años a un seminario que siempre resulta interesante en donde hay diferentes invitados y en donde podemos presentar ponencias de diferentes índoles. Hasta ahora los seminarios no han sido temáticos si no que cada uno presenta su propio tema. El libro que presento corresponde al año 2003 y el Seminario estuvo dedicado al centenario de la ocupación territorial de Aysén.

El Maestro

 


Baldo Araya fue pionero en estas lides de investigar la historia de Aysén, fue en todo sentido un visionario y su obra, que es bastante fecunda, ha servido de base para todos quienes hemos seguido el camino de dar a conocer la historia de nuestro territorio. Fue, según mi parecer, un cronista que testigo presencial de la segunda epoca de Aysen, relató los hechos y desgrano sus recuerdos de personajes y hechos importantes. Sus libros debieran reeditarse para que estén al alcance de todos los aiseninos y de quienes nos visitan.

Más Historia


Enrique Martínez Saavedra es profesor de Historia y en este libro, profusamente documentado, nos pasea por el territorio aisenino conociendo su gente y su geografía. Es un gran libro destinado a los estudiantes de Aysén y vale la pena conocerlo como vale la pena conocer al autor que es una bellísima persona y un gran maestro.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Mi Quinto libro





Este es uno de mis libros favoritos. Contiene testimonios de mujeres de Aysén de varias épocas. Son testimonios muchas veces desgarradores. Fue prologados por mis hijos Valko y Pedro. Transcribo esos prólogos, uno en prosa el otro en verso, porque sencillamente me encantan. El libro está agotado pero pronto saldrá la segunda edición.
El Prólogo de Valko

La memoria histórica es endeble, proclive muchas veces al olvido o simplemente injusta. Hoy se reconoce que no todo lo importante esta en nuestros libros de historia y que se nos va quedando en el camino muchas veces lo sustancial. Es justamente aquí, en donde cobra importancia el historiador de la historia nuestra, de la historia “pequeña”, de la historia cercana. No cabe duda, que la historiadora Danka Ivanoff, ha resaltado en ese aspecto. Nos llevó primero a recorrer las pampas esteparias con su Guerra de Chile Chico, nos adentró en el bosque austral y el misterio de la Isla de los muertos y no trajo al presente a un Personaje de esos grandes que tuvimos por allá, por el Baker; Lucas Bridges, el señor del Baker. Sus Libros son un apéndice de lo que ella es. Sencillez en el lenguaje, seriedad y respaldo en las afirmaciones, amenidad en el relato y sobre todo honestidad con un estilo, su propio estilo. Y hoy nos presenta su nueva obra y me enorgullece prologarla, no solo porque soy su hijo y testigo de sus afanes y su dedicación, sino porque soy un patagón agradecido de aquellos que nos quieren explicar el presente y nos quieren dejar un futuro, rescatando nuestro pasado.

Es claro que la historia durante mucho tiempo se ha escrito desde la mirada del varón. La mujer aparece solapadamente y casi como un personaje secundario, que salvo contadas excepciones, tiene algo que decir, hacer o pensar. Asistimos entonces a una lucha permanente de la mujer por derrotar la invisibilidad que le pretende dar la historia escrita. Es en este contexto en donde el libro “Huellas de Mujer, Memorias y Testimonios Femeninos de Aysén” de Danka Ivanoff Wellmann adquiere su mayor valor. No solo son historias de mujeres patagónicas- ayseninas, no solo son reseñas de proezas, sacrificios y andanzas por estas tierras, no solo son historias y complicidades, compañía y sosiego, amor y frustración. Danka Ivanoff no invita a una reflexión mayor. Nos invita a pensar en estas mujeres como protagonistas, no tan solo de su pequeña historia, sino que en la suma, pensar en la historia de nuestra región. No cabe duda que el poblamiento y desarrollo de Aysén fue hecho por hombres y mujeres. Juntos fueron construyendo sus poblaciones, juntos fueron haciendo caminos, talando bosques, trabajando la tierra y juntos también supieron de sus alegrías y sus tragedias. Es claro que hemos resaltado siempre mas el rol del hombre en esta tarea, tal vez porque asociamos a esta lucha con el medio, la fuerza masculina. Pero… ¿Quién hoy negaría el trabajo anónimo de muchas mujeres ayseninas, no solo en la crianza de hijos y la casa, sino también, cuando le toco asumir los desafíos de llevar las riendas del hogar ante al ausencia del marido? ¿Quién podría negar el tesón, el apoyo que daba la mujer ante los desafíos que se emprendían y que a veces parecían inalcanzables?, ¿Quién no reconocería el emprendimiento, la iniciativa y la fuerza de mujer que hoy está presente en muchas de las obras de desarrollo de nuestra región? En fin, Danka Ivanoff nos invita a no olvidarnos de lo esencial; nuestra historia tiene rostros, y muchos de ellos, son rostros de mujer.

El Poema de Pedro


Veo un faro invisible, un derrotero en el tiempo,
una luz casi imperceptible pero imperecedera
que define suavemente
el contorno cálido de un rostro.
Una luz que ha traspasado la distancia de cien años
y en su largo viaje,
un testimonio indestructible
se devela en la esquina concurrida
de cada pueblo, de cada barrio,
de cada habitada casa de mi región.

Veo una luz que guarda celosa
el rastro marcado de voces,
de suaves manos acariciadoras,
de esfuerzo pionero,
de melódicos cantos acompasados
por el suave murmullo
de leñosos coigues arrullados por el viento.

Veo una traza eterna en el cielo
todo acolchado de nubes,
una presencia constante
dibujada con pomposas fumarolas
desbocadas de acalorados braseros y fogones
que irrumpen desde el frío suelo de nuestro blanco tapiz invernal.

Veo en los ríos y lagos de mi tierra
una constante de sábanas blancas
de ropas estrujadas como velas insufladas,
como remolinos eternos de lavaza y jabón.

Veo en el suelo primaveral
una alfombra de flores y de chilcos
y un verde huerto acompañando el apurado paso del tiempo,
en los pies de apurados niños polvorientos.

Veo en el crepitar de los leños al fuego,
un calor acogedor,
un abrigo de aromas
de sopaipillas y pan amasado,
un rumor de hojas
que se descuelgan tras las ventanas
pintando el amarillo mosaico de las frías tardes otoñales.

Veo en las cosas, en el tiempo, en los colores y en las personas,
esa sutil manera de portar un testimonio

Veo en ello la delicada presencia
de aquellas que forjaron nuestro abrigo,
nuestras ganas de quedarnos,
nuestro temple, nuestro esfuerzo.

Veo en ello lo que nos hizo crecer
un suave vestigio, una velada evidencia,
una sonrisa generosa
dibujándose en el silencioso paso del tiempo
Veo…claras Huellas de Mujer

domingo, 1 de noviembre de 2009

Poesía en Aysén




En la región de Aysén hay muchos y buenos poetas. Parece ser que lo bello del paisaje de cada rincón de este territorio fuera una fuente de inspiración. Aquí les presento tres libros de poemas de Aysén.